Quizás volver a una cama pequeña sea la respuesta.
Encontrar formas de desandar los años
de salir de la cama ancha que colocó continentes
en medio de los cuerpos.
Sí.
Quizás un lecho pequeño encienda de nuevo la llama
uno diminuto, como el que compartían cuando se iniciaron en el amor.
Tal vez recuerden.
Tal vez ardan de nuevo en aquella fogata en la que fueron tan felices.
Tal vez la sientan.
Tal vez les sorprenda el milagro del placer.
Tal vez el calor.
Tal vez el gozo joven de los pies encontrándose sin buscarse.
Puede ser, sí.
Una cama pequeña para recuperar la gran fogata.
No, quizás no se ha perdido todo.
Sí, amiga.
Tal vez la cama, tal vez probás...
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Publicado por nicteserra
Apasionada por la literatura, las historias, la poesía especialmente. La palabra, ese maravilloso instrumento, me explica el mundo. Mi locura es escribir y, por supuesto, también leer. Tengo la certeza de que la creatividad es necesaria en todos los universos, los versos y las historias, la vida...
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