Formas de perder

2012 – 2019

Me temo que la Pandemia ha cerrado este capítulo de mi vida. Y como si huyera de una sombra movediza, esquivo en mis caminitos mentales la noción de semejante pérdida.

Porque regresar a su cadencia fue una especie de salvación, un retorno a la algarabía de la infancia, a los despertares que agitaban la juventud. Volver a bailar fue atizar la llama dormida.

Queda en el aire una guitarra que solloza quedito y en el cuerpo historias cerradas.

Permanecerá por siempre en la memoria, como regalo secreto, un soniquete desenfrenado sujetado a mi cintura.

Pero no me llamo a engaño. Es una pérdida. No sé darle otro nombre.