Día del lector

Los libros tienden puentes, abren mentes y puertas, alimentan el interior. Con historias, ideas y emociones propician placer y transformación.

Leer permite explorar diversos puntos de vista, conocer los distintos rostros del tiempo, comprender que somos partículas pequeñas de la compleja y fascinante humanidad.

Amar la literatura es una asombrosa forma de acercarse a los otros amores.

Sin embargo, el regalo más valioso que propina esta devoción son los cómplices, los mentores, amistadas que urden un particular sentido de pertenencia.

Basta con escuchar las conversaciones que se gestan en torno a un libro para comprender de qué va.

Celebro este día como se celebran los asuntos más afortunados. Leer me ha concedido mucho más que ideas y buenas historias.

Arrebatos inexplicables, enternecimientos profundos, el sano hábito del asombro, leyendo he conocido distintas formas de sentirme viva.

A lo largo de los tantos años enriquecidos con lectura, reconozco una sensación peculiar, podría llamarle gozo o, en todo caso, un estado de sosegada felicidad.