Hubo un milenio, un jardín, una autopista hubo un tiempo de leyenda poblado por mujeres luz.
Brotaban las ideas como cristales caían en cascada eran música y búsqueda sus palabras.
Las voces jóvenes como los cuerpos que les cuidaban el alma no conocían los colmillos del miedo.
En el pecho guardaban luciérnagas encendidas como ciudades en el vientre, lumbre promesas de vida caminos y ventanas y plazas historias incandescentes guardaban amor.
Hubo un milenio construido con cuerpos en perpetuo movimiento con risas y besos y pasos seguros fueron mágicos, fueron fuego alamedas con farolas.
Fueron los tiempos de la mujer ciudad.
Y a pesar del camino derruido y de la oscuridad aún los recuerdo.
Apasionada por la literatura, las historias, la poesía especialmente. La palabra, ese maravilloso instrumento, me explica el mundo. Mi locura es escribir y, por supuesto, también leer. Tengo la certeza de que la creatividad es necesaria en todos los universos, los versos y las historias, la vida...
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