Estás en cada anécdota que no pude contarte ¿sabes?
Estás en cada palabra que he debido guardar. Estás.
Y es que fue tan corto tu tiempo, tan breve, tan veloz, que de no estar estás en todo, sin remedio.
Estás en cada día y cada noche, en todos los silencios y en todas las canciones.
Por siempre estarás.
Tu ausencia monarca, en el centro de todo, hasta mi final.