Rasgar el día, romper la noche. Rasgarlo como si fuera una hoja plagada de palabras equivocadas. Romperla como si fuera loza de otro tiempo. Soltar trozos del día en las manos del aire, barrer añicos de la noche, que los pies no sangren. Cerrar los ojos, tratar, intentar, tratar…
Etiqueta: noches sin dormir
Nocturno
En la desolación que trastoca la noche, no hay asidero más sólido que la sabiduría de un libro. Mientras cobijemos la mente con mantos lectores, discretos, como si supieran de qué va esta vida, de qué va la noche, el dolor y el reto aguardarán.
Dos registros para una trampa
Cuando mi vuelo queda bajo, busco a Mastretta y a Edel Juárez. Poseen el poder mágico de la palabra precisa, cada quien desde su registro. Con lo suyo, se sueña y se siente y se ríe. Son bálsamo poético, distracción para lo innombrable. Ellos no saben siquiera que existo. Yo no completo la existencia sin … Sigue leyendo Dos registros para una trampa
Noción antes durmiente
He tirado la misma toalla muchas veces. Quedo empapada de falsas razones, muerta de frío, desnuda y triste. Pero hoy me ha iluminado un misterio indescifrable, una noción antes durmiente. No es cuestión de tirarla, es cuestión de secarme distinto. De arroparme yo misma, de no morir de frío en aguas ajenas.
Desde este lado
Nota los hilos de tristeza que escapan por sus ojos, reconoce que al cutis se le apagan las constelaciones. El rictus melancólico es más elocuente que su silencio. Aquellos labios de fruta se secan, se apagan. Aturdida, desde este lado, no sabe cómo prodigarle consuelo, cómo devolverle la belleza que nacía en su alegría, la … Sigue leyendo Desde este lado
Invocar fantasmas
A veces necesito invocar a los fantasmas. Abrirles la puerta, sentirlos cerca, besarlos, dejar que hagan lo suyo. Abrirles los brazos de la imaginación. Y es que al escribir, las muertes y las pérdidas juegan a estar vivas. Tremendo regalo.
Llega Soledad
La soledad es versátil. Llega en los sollozos de una canción, se inflama en el tráfico, observa desde un cielo obscenamente gris. Se sienta en la silla-isla de un centro de vacunación, aguarda en una aguja. Reposa en un escuadrón de miradas heladas. La soledad es el zumbido de un viernes por la noche, es … Sigue leyendo Llega Soledad
Desde esta orilla del tiempo
Lo aterrador de ser revolcada y arrastrada por los relajos que celebra el mar es que no sabés si estás saliendo o hundiéndote más. La sal y la arena te raspan y se meten en tus ojos. Su fuerza es, por mucho, superior a cualquier maniobra humana. Si sos niña pequeñita aquello es pánico incendiario. … Sigue leyendo Desde esta orilla del tiempo
Me quedan enormes
En aquella última luz del día fui una niñita inmersa en pánico y dolor descomunales. Me quedaron enormes, aún me quedan grandes. Algo o alguien en mi interior —yo misma, sin duda— corría en dirección contraria, trataba de alejarme de la pérdida monumental, de su muerte. Entre más trataba de huir de la verdad, más … Sigue leyendo Me quedan enormes
Armisticio nocturno
Un rincón oscuro de la mente guarda la batalla que brego a diario. Casi nunca salgo victoriosa y la derrota invade los otros espacios. Para tal fracaso no hay energía. Queda la literatura. Ella me desnuda de combate, me viste con palabras. Otorga un íntimo armisticio.
