Para ti hijo
hombre joven de este siglo niño
siembro estos versos
en el almacigo de tu entendimiento
Si buscas mujer dúctil
de palabra quebrada
de asustadizo silencio
Si quieres mujer de tranquilidad
reposada
que sin argumento ni pregunta se ubique uno
dos o treinta peldaños abajo de tu sitio
domesticada a los dictados de tu tiempo
dispuesta a las formas de tu voluntad
en exclusividad absoluta
Si pretendes recortarla a la curva de tu mundo
a las verdades que rigen tu entendimiento
al fondo de tu universo individual
y a nada más
Piénsalo mejor
Si lo que exiges es pareja liviana
capaz de ocultar con escoba de obediencia
sin asomo de batalla
sus certezas debajo de la alfombra que sostiene las tuyas
resignada a borrarlas de su geografía
a olvidarlas
recortada al molde de tu tranquilidad
Pregúntate dos veces por qué
Si prefieres que sea
casi una hija
pequeña a la vista
cubierta por tu silueta
oculta bajo la densidad aceitosa de tu proyección
Cargarás inútilmente
un peso invisible
Si eres hombre que gradas arriba
necesita de mujer ajustada al tamaño de tu confort
inamovible en tu territorio
figurilla de cristal
quieta en los silencios
quieta en los silencios
invisible al mundo extendido
moldeada
editada
guardada y doblada
no tienes idea alguna de los muchos tesoros que pierdes
fulgores
humedales
vuelos
complicidad
Si te inventas una pareja con alma de títere
jamás conocerás la gracia y la lumbre y la fuerza
que una mujer oceánica guarda en su centro para regalar
a quien reconozca la luz de su libertad
Si sus labios se acostumbran a permanecer cerrados
nunca probarás el sabor de la miel alucinógena
que traviesa viaja en besos arrebatados
infinitos
larga pena prescindir
larga pena prescindir
en esta vida corta
de su dulce placer
Si rechazas la inquietud de una boca con voz propia
no conocerás la paz con que sus palabras
no conocerás la paz con que sus palabras
piezas indescifrables
pueden calmar tormentos huracanados
o aliviar angustias que agotan
antesalas ambas de tu insomnio-infierno
Ni flotarás en silencios de valiente solidaridad cuando
guiada por el susurro de su intuición
descubra que tu necesidad
en ese preciso momento
es encontrarte dentro de ti mismo
desafortunado perder
tan afortunado regalo
tan afortunado regalo
Si así la quieres
no sentirás sobre tu piel el bálsamo transformador de la ternura
cuando al amanecer
cuando al amanecer
tus días se abran hostiles
ni descansarás en la salvación irreversible
que ofrece una mujer dispuesta a arremangar la blusa
que ofrece una mujer dispuesta a arremangar la blusa
para trabajar a tu lado
de sol a sol
Si insistes
no conocerás el prodigio de una hembra
resuelta a tomar tus toros por los cuernos
a decidir cómo ayudarte cuando la vida te abata
a arrullarte sin tregua entre sus brazos
Si te guían medievales usanzas
no disfrutarás el mimo tibio de un cuerpo curvilíneo
luminoso
capaz de volar a los paraísos de tu intimidad
porque cree en tu palabra cuando dices que la amas
porque se sabe visible en todos tus espacios
imprescindible en los suyos
porque reconoce en tu pecho un sitio justo para soñar
Si solicitas esa quietud irrompible
nunca sonreirás conmovido al verla
remolino incansable
en su afán por componer el mundo que juntos habitan
ni tendrás oportunidad de sostenerla cuando se desmorone
y, casi rota por mucho llorar
aúlle ante las injusticias que la retuercen
y no logra transformar
Si la prefieres estática
no abrazarás su cintura cuando en la noche de buena estrella
te alborote la luciérnaga del deseo
candente y cadenciosa
al ver su falda de vapor mientras ella baila de pura felicidad
Si buscas una muñeca de frágil porcelana
un ser a quien dictarle qué sí y qué no
perderás la gloria de andar la vida
tomando la mano firme
de una verdadera compañera
Y esa pérdida, querido
es una lástima universal
casi tragedia
Si acaso encuentras a esa mujer de papel maché
habrás de guardarla en jaula de cristal
Tarde o temprano llegará un sol
incandescente
que con rayos de fuego
la sacará de su letargo artificial
Y ella
sin poder evitarlo
romperá el cristal de la jaula
atravesará puertas
muros
tejados y ciudades
sin que puedas retenerla
Corazón en mano
rasgará los días y los años y las noches
hasta que sangren
sacudirá tu alfombra para que las certidumbres que guardó debajo
aquel día ciego
aquel día ciego
emerjan alborotando su aire
como estribillos de una vieja canción
Volará lejos
lo más lejos posible
llevando su canción en el pecho y en los labios
volará con arrojo
instinto primitivo para sobrevivir
Y si no alza vuelo porque sus alas se estropearon
en fallidos intentos
en fallidos intentos
cual inevitable cuenta gotas
lentamente
morirá cada día un poco dentro de su cuerpo aún en movimiento
Es posible que en tu cruzada
por miedo o estupor
no comprendas el porqué de su extraño fallecer
ni te enteres del tuyo
ese te pillará en el diluvio de algún llanto oculto al sol
en austera soledad
Con el tiempo
enredada en algún árbol de sabiduría oculta
encontrarás la verdad irrefutable
Tarde o temprano aprenderás que
aquí
allá
hoy o ayer
no existe en el mundo asunto más triste que un ser humano
tan derrotado