Aunque es de noche
desde hace tantos días,
queda la espera atenta
por la centella nacarada
de una luna de estreno.
Aunque desde hace jornadas
la noche permanece negra,
queda la esperanza de que la luz
lunar y nueva, de leche iridiscente,
cierre un ciclo de oscuras presencias,
y de silencios que aun no terminan.
Aunque continúa la noche lineal y larga,
persiste el anhelo por la llegada
de un amanecer de oro después de la luna.
Un día nuevo cargado con sonidos
de madrugada abierta y blanca,
con sol y con aves y todo el rocío.
Aunque aun es de noche
en mi alma cansada,
quedan, dentro y fuera,
esperas y esperanzas.