La sensación de angustia porque se acerca el fin, esa tristeza porque se va él, se va ella, porque se van todos. La pérdida monumental que anida en la mente y echa raíces en el alma, cuando al fin ha terminado…el gozo que explota como si fueran fuegos artificiales, por haberlo sentido y reído, llorado y sufrido. Los lugares, las épocas y conversaciones, los besos y los peligros y el vértigo.
Asuntos que dan vida, habitantes de páginas y letras. Cuerpos y corazones de una historia que no se olvida. Resguardados por la protección de hermosas pastas. Atesorados para siempre en el corazón de un libro, de un prodigioso libro.