Mmm… esos días desteñidos, en los que no veo el sol porque al ánimo lo atacó la miopía, en los que no siento calor por esconderme dentro de cuatro paredes.
Esos momentos en que se me achinan los ojos por llorar, sin tener certeza de por qué lo hago. Esas horas -irrepetibles regalos- que desperdicio porque dejé perdido el optimismo en algún sueño quebrado.
Esos ratos que desconozco la energía que feliz suele llevarme de aquí para allá.
Esos días, esas horas, esos ratos existen, la tristeza sucede porque soy mortal y humana. Como todos me rompo y derrumbo, como a muchos, recoger mis pedacitos a veces me cuesta un universo.
Esos días, esas horas, esos ratos existen, la tristeza sucede porque soy mortal y humana. Como todos me rompo y derrumbo, como a muchos, recoger mis pedacitos a veces me cuesta un universo.
Qué beeeello¡¡¡ Sensible….Muy sensible.
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