Es medicina esto de la lectura, su efecto es narcótico. Un buen libro posee la mágica facultad de transportarnos a otro estado mental y emocional. Excita al más pasmado de los ingenios. Montados sobre sus alas de mucha libertad, viajamos a lugares diferentes o a dimensiones fantásticas.
Como si fuera máquina del tiempo, nos ubica en épocas y siglos remotos, en presentes cotidianos y hasta en días que no han sido gastados. Una descripción bien lograda, huele a perfume exótico, sabe a manjares de otros mundos, y despliega ante nuestra imaginación colores siempre nuevos. Con gracia magistral y arrasadora, nos enamora, sin remedio, de sus personajes.
Navegando sus páginas de frases y versos, reímos o lloramos con carcajadas y lágrimas deliciosas. Tanto, que a veces deseamos que una historia no termine nunca, o se nos antoja participar en ella. Los textos seducen, y son salvadores permanentes. Nos hacen sentir que aún estamos vivos, y que todavía tienen mucho que revelarnos.
Sobre todo, como diría William Nicholson “Leemos para saber que no estamos solos.”
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Publicado por nicteserra
Apasionada por la literatura, las historias, la poesía especialmente. La palabra, ese maravilloso instrumento, me explica el mundo. Mi locura es escribir y, por supuesto, también leer. Tengo la certeza de que la creatividad es necesaria en todos los universos, los versos y las historias, la vida...
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