Insistimos en abrir la memoria
en escarbarle los rincones
en levantar todos sus tapetes.
Volvemos una y otra vez al lugar del recuerdo.
Tras los indicios que va soltando la nostalgia
acudimos a los postigos que resguardan el ayer
entramos en los aposentos del pasado
para encontrar en sus esquinas lo que hace falta.
Pero como todo anhelo ambicioso del alma
no supone afán sencillo
cierta paradoja atraviesa la añoranza
la cercena con mordiscos de incertidumbre.
Porque a pesar del deseo o el ansia o el temblor
porque aunque impera la necesidad del alivio
habitante de un sólido pasado
no sabemos a ciencia cierta qué buscamos.
¿Una voz? ¿Un sabor? ¿El lugar?
¿Cierto cuerpo? ¿Formas de creer?
¿La mirada de antes?
¿Rastros de alguien ausente?
¿Aquella canción? ¿Aquella humedad?
¿Sensaciones salvadoras caídas en desuso?
No conocemos con contundencia lo que necesitamos
no alcanzamos a tomarlo entre los manos
sabemos, sin embargo, que añoramos algo inmenso
algo que un día tuvimos, sentimos, tocamos.
Aquello que contenido en las condenas del tiempo
hoy se convierte en la larga, inexorable pérdida.
Publicado por nicteserra
Apasionada por la literatura, las historias, la poesía especialmente. La palabra, ese maravilloso instrumento, me explica el mundo. Mi locura es escribir, por supuesto, también leer. Tengo la certeza de que la creatividad es necesaria en todos los universos, los versos y las historias, la vida...
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