Un paso atrás

Llega el momento que sabías
de pronto y un día cualquiera
sin poder evitarlo 
llegaría.

Entra en una noche confusa en donde te ves
claramente opaca 
en medio de otras mujeres vestidas de juventud.

El cuerpo ya no es el mismo sobre las tablas
ya no se enciende como antes
no se convierte en ánfora ondulante
ni clama 
sobre el lamento del cante
con el fuego de aquellas caderas.

Después de tantos años
no puede más 
hacerse uno con la guitarra. 

Las manos 
antaño aves revoltosas
ya no se funden con el canto de las castañuelas.

Los zapateados 
otrora fiesta 
son terreno escabroso 
para los años que habitan cansados 
en la historia de los pies. 

Y la mente
la prodigiosa mente
la lúcida mente que antes vencía 
dueña de todo 
a los temores que habitaban el escenario 

ya no vende la ilusión de que 
quizás sí 
un poco
aún sabes bailar. 

Ya no posees pericia de duende
ni inventas arranques de gracia
has perdido tu capacidad 
mágica
para improvisar.

Aunque el corazón en llanto
un poco destrozado ante la crueldad 
irremediable
que llega con el tiempo
desbordado por una batalla de sentimientos 
se rebele


cuerpo y mente lo saben

ha llegado el momento

de dar un paso atrás.


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