Ignacio, preso de rabioso arrebato, remataba su ira roedora lanzando un ladrillo a la Gata Loca.
Con la cabeza trémula por el ladrillazo bien puesto, tumbada en el suelo, la loca herida expresaba un amor de encantamiento a su agresor.
Acercamientos tempraneros a la violencia. Agresión de caricatura del siglo XX.
En blanco y negro.

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Publicado por nicteserra
Apasionada por la literatura, las historias, la poesía especialmente. La palabra, ese maravilloso instrumento, me explica el mundo. Mi locura es escribir y, por supuesto, también leer. Tengo la certeza de que la creatividad es necesaria en todos los universos, los versos y las historias, la vida...
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