En 1978, algún día de algún mes, este fue el editorial del boletín de la AGPG. Era un homenaje póstumo a mi papá. Su muerte reciente todavía resultaba increíble. El tema central de la edición era el Kin de Oro, que se llamó “Kin de Oro en Memoria de Edwin Serra.”
La campaña publicitaria que ganó, creo, fue de canal 11, aquella de la «Mengala Chapina». Pocos la recordamos, fue hace 34 años.
Eran otros tiempos. Las fronteras del territorio televisivo aún no habían sido desdibujadas por el cable y la globalización. Todo era más simple: 4 canales, un solo idioma. La Gata Loca, con un ladrillazo sacudiendo su cabeza, abría la transmisión de algún canal a medio día y a las 12 de la noche las estaciones de TV también se iban a dormir. Ni mejores ni peores, simplemente otros tiempos.
Recordar cómo era la vida cotidiana es una celebración del camino recorrido. Recordar a los que ya no están es una medida desesperada por mantenerlos vivos.
Una persona querida me dice que de vez en cuando hay que darse permiso de sentir. A veces se vale sentir nostalgia, ¿o no? De la buena, después de todo es un privilegio compartir un mensaje publicado para mi papá después de tanto tiempo. Es renovar el homenaje.