Tiene mi madre una forma rotunda de darse toda, de poner en pausa lo suyo para acompañar lo nuestro.
Posee caminos variopintos para cuidar a las hijas, para atender a los nietos,
Se da a nosotros sin miramientos, mi madre.
Cuida mi cuerpo cuando se
desajusta, está a mi lado en momentos de medicina, más cerca que el dolor, más fuerte.
mi madre, siempre presente.
Detrás de una ambulancia,
mi madre atraviesa el movimiento fatal de una tarde urbana,
en pos de una hija
levemente desfallecida.
Paciente,
mi madre aguarda
lo que precise,
horas,
agujas sanguíneas
el paso lento de una solución,
La llegada imprecisa de otra.
Paciente, mi madre,
Espera voces con diagnóstico que no terminan de llegar.
Mi madre, ternura.