No sé cuántas veces nos hemos despedido. Es cuestión de meses este te veo no te veo. Pero verás mijo, los meses pueden ser siglos si se miden en tiempo corazón. Algunas veces me enciendo en llanto y de esas encendidas hay ratos en que soy todo volumen.
En otros adioses son apenas un par de mocos los que se me caen. Llanto torrencial o pequeño suspiro, siempre que te doy el penúltimo abrazo, hay un trocito de corazón que queda mal puesto.
Nada tan rotundo, que no pueda enderezar.
Como tú decís, ¡Ay no! ¡Qué es este drama!
Esas despedidas que despeinan el corazón…
Me gustaLe gusta a 1 persona