Te pido muerte uno o dos asuntos. No llegues envuelta en ruido o aspaviento. No incomodes a los demás. Sé discreta, por favor.
Que lo nuestro que solo será nuestro, no cause vanas molestias a mis vivos.
Llega decidida y llega contundente.
Y si me permites, muerte que a todos visitas, añado a estas peticiones un último atrevimiento. Mide con sabiduría el peso y movimiento de los tiempos que habito.
No demores.