Después de la algarabía y de la indomable búsqueda, después de la adrenalina y del voraz descubrimiento,
sobre la huella de los tan cargados años
de pruebas y regalos,
de aprendizaje y tormentos, de amor y despedidas,
cuando amainaron las inquietudes y presencias fundamentales se retiraron, cuando cambió el sentido de los días,
después de los después
y de los antes impensables cuandos,
los libros permanecen.
Cercanos, íntimos, de pie,
en la curiosidad de la retina,
en la tibieza de las manos,
en el constante pensamiento,
al anochecer, al amanecer,
en el embrión de la despoblada madrugada.
Sólidos, contundentes, magnánimos,
rotundamente sabios.
Llenos de vida.
Siempre cómplices los libros,
en el complicado afán de cumplirle a la vida.
Mes: noviembre 2022
Mirala largo
Hacete un favor, poné los ojos en el rostro de la luna. Mirala largo.
Si tu día ha sido duro o triste o demasiado solitario, si hoy la vida te ha abatido, la de esta noche parece farol, dejá que te procure respiro, el día rudo esta luna te lo alivia.
Si fue lindo y feliz, si llegaste al derrotero cotidiano con el alma en sonrisa, que sea broche de oro de la buena jornada.
Mirala largo, mirala tendido.
Hoy llegó divina.
Del feroz amor
Cuando creemos que de mal de amores ya hemos sentido todo, el corazón nos sorprende con formas inéditas de fracturarse.
El poder del dolor es infinito, el amor, por fortuna, también tiene su garra.
Con su peculiar sabiduría, en materia de afectos la vida es una academia a perpetuidad.
Y es que no hay edad para la pena cuando se padece la incurable dolencia del feroz amor.