Salí a mi caminata por el monte, rato solitario de silencio total en el que encuentro milagros y horrores a partes iguales.
Hoy mi encuentro fue con una estampida breve de granizo, cayó sobre mi cabeza, perdida en elucubraciones inútiles, y de una pedrada me ubicó en el aquí y el ahora.
Se dejó venir antes de que cayera la lluvia. Todo está al revés. Todo.
