Paseábamos por las calles de NY con la despreocupación que otorgan las tardes sin prisa. Mi hijo ya trabajaba en aquella ciudad. Corría el año 2017.
Sin mucha advertencia le cayó de visita la estampida de mujeres en la que solemos convertirnos mi mamá y sus hijas cuando viajamos juntas.
En una callecita sin fama ni bullicio lo encontré.
¡Mireeeen! grité frente al escaparate/vitrina/ventana de un teatro.
Una gigante y hermosa fotografía de Otto René saludaba desde el vestíbulo, a su lado un poema suyo traducido al inglés.
Con emoción demencial traté de abrir la puerta, desafortunadamente el local estaba cerrado. Logré tomar estas malas fotografías, hice nota mental de indagar qué era aquel sitio y por qué está (o estaba) en Manhattan. Se trata del “Castillo Theatre”.
Con mucha facilidad encontré qué es y cuál es su propósito.
Para hacer corta la historia, rescato y comparto lo fundamental. Se trata de un teatro que pone en escena el universo del teatro político.
Literalmente reza:
“opens up the world of cutting-edge political theatre…”
Y hay más. Existe un premio:
Otto René Castillo Awards for Political Theatre

Imaginen la emoción, estoy segura de que la comparten.
