Empecemos por definir feminismo. Continuemos con el concepto de hembrismo (la RAE aun no lo define), terminemos por tamizar sus diferencias.
Después reanudamos la conversación.
Es probable que con el conocimiento adquirido dejes a un lado la agresividad con la que me hablas.
Puede también que, al comprender mi sustancia, quieras por primera vez en tantos años escuchar lo que siento.
