Si los ojos son grandes y brillantes, o pequeños, como de ratón, o separados como los de un pez. Si se abrieron al mundo adornados por bosques de pestañas o desdibujados o disparejos. Si la nariz creció más que los pies o guardó armonía con orejas, contorno y entorno, si resultó de recta finura o redonda, como rabanito.
