No y no. Pornografía y erotismo no son lo mismo. Si insistís, esta conversación será cadáver antes de nacer.
El erotismo tiene alma. Es sensorial, un acto de conexión con corazón presente. Es construcción estética, un andamiaje de significados múltiples. Es también, un experimento que celebra la condición humana, la pureza de su naturaleza. En sus diversas manifestaciones siempre hay movimiento, musicalidad y relieve.
Más allá de celebrar cuerpos que se encuentran o se aman o se abandonan o se contemplan, el erotismo cuenta historias.
Está presente en el arte, en su búsqueda de belleza y armonía, en el silencio.
Incluso hay erotismo en la soledad.
La pornografía, en cambio, es plana, estática. Apenas imagen, escenas corpóreas de brevísima vida. Primitiva, casi bestial.
La pornografía, una caja vacía, sin estética ni significado.
No y no. Jamás serán lo mismo.