Sentadas en la alfombra descalzas mi amiga hermana y yo desciframos canciones quince años tal vez dieciséis. Imagen fundamental sostén de la alegría un amuleto en la memoria. Los 80’s, de viejo siglo sus días inolvidables. No había tregua para el toca cintas. Stop, rewind, forward para adelante y para atrás, el cassette hasta sacar todas las palabras de su corazón hasta hacerlo temblar. Cada frase de cada estrofa desentrañada interpretada devorada tantas canciones convertidas en papel hoja tamaño carta en líneas caligrafía meticulosa. Cartapacio Monte María recordadas hasta esta noche hasta mañana, Toda la vida. Largas horas de tardes enteras memorizando letras nuestras canciones del alma. Y casi todas, siempre canciones del alma. El cartapacio la alfombra amiga hermana, cuánto te extraño... I can’t fight this feeling any longer aquel amor primero, desgarrador. When I was young it seemed that life was so wonderful los permisos, cruelmente dosificados. Ahora es instantáneo. Spotify o Deezer o lo que sea desconocidos entonces espiaban, como agentes secretos del futuro y copiaron nuestras notas de música adolescente. Like a Virgin, touched for the very first time un corte de cabello, casi salvaje. Pequeña amante, dieciséis años son tan pocos sábados de sol, baladas de amor. El gozo y el logro el vínculo irrompible y el tiempo soñando descalzas permanecen nuestros íntimos, profundos no hay fenómeno digital que los sepa regalar. Amiga hermana, cuánto te extraño...
