El cabello como cinta métrica del confinamiento. La elocuencia de su distancia, la furia de su rebeldía, inequívocos símbolos del desconcierto.

Y el rostro desprovisto de trazos, de color o motivo, reflejo crudo de esta extraña dilación.
Un blog de Nicté Serra
El cabello como cinta métrica del confinamiento. La elocuencia de su distancia, la furia de su rebeldía, inequívocos símbolos del desconcierto.
Y el rostro desprovisto de trazos, de color o motivo, reflejo crudo de esta extraña dilación.