Me parte la vida

Aceptar la condición adulta de los hijos, rotunda y autónoma, se vuelve fantasía en tiempos rotos.

Su voluntad transita distinta, prefieren quedarse lejos.

Nadie me enseñó cómo se alinea una de madre si el momento del mundo supone una prueba colectiva,

ni cómo guardar la templanza cuando un océano se interpone, más inmenso que nunca.

La incapacidad de abrazarte me parte la vida.