Versos tristes luchan por salir de su guarida secreta, como delincuentes. Pero no, hoy no. Es domingo toca recurrir a triquiñuelas variopintas para colocarles trampas, para distraerlos, para engañarlos, aunque sea durante algunas horas.

Un blog de Nicté Serra
Versos tristes luchan por salir de su guarida secreta, como delincuentes. Pero no, hoy no. Es domingo toca recurrir a triquiñuelas variopintas para colocarles trampas, para distraerlos, para engañarlos, aunque sea durante algunas horas.