Encontrás la palabra precisa, esa que era vacío en tu pequeño texto. Entendés que no hay otra, que es la perfecta, la mejor.
En ese momento, conquistás una molécula más del universo y comprendés otro poco de qué va tu solitaria felicidad.
Un blog de Nicté Serra
Encontrás la palabra precisa, esa que era vacío en tu pequeño texto. Entendés que no hay otra, que es la perfecta, la mejor.
En ese momento, conquistás una molécula más del universo y comprendés otro poco de qué va tu solitaria felicidad.