Cuando solo el silencio responde
nace un nuevo registro
para la experiencia personal.
Es una dimensión
antes ajena
que hemos de conquistar con gracia y dignidad.
Una debe aprender a escuchar el mutismo
con distancia bien calculada
interpretar en buena calma
cuan irrelevante se es en el orden de los asuntos del otro
cambiar la forma de pender
cortar de tajo el listón.
Y sin darle mucha vuelta
dominar un par de pequeñeces más:
enseñar al cuerpo a no temblar
a las piernas a no doblarse
al vientre a apagarse
a la frente a no caer.
Una debe
a toda costa
inventar una nueva verdad
sin sucumbir
ni por un instante
al escalofrío que produce la soledad.
#milformas más para dejar de sentir.