Anthony Hopkins baila con una actriz joven. Claire algo es su nombre. Anthony pone una mano en la espalda baja de ella, casi en la cintura. Con la otra toma su mano. La atrae a él. Bailan despacio. El conduce. Ella coloca levemente su cabeza sobre el hombro de hombre, como quien busca cobijo y como quien lo encuentra. El baile es suave, breve. Veo complicidad y veo ternura. No escucho la música porque estoy en una elíptica, intento ejercitarme al compás de otros ritmos. Los veo en una televisión aérea. La escena es muda y rotunda, magníficamente actuada.
Y siento cómo la envidia me sube de las rodillas a la cabeza y amarra mi cuello, trae escondidos pequeños trozos de ira. La película es Meet Joe Black, el baile que me sacude es el de un padre con su hija.
Termino lo mío en la elíptica, empapada de todo. Y la envidia permanece.