LO QUE NO PUEDO DEJAR (Para atravesar la puerta ente los años)

Una mañana de encuentro en una bahía.
Un columpio de madera con olor a sal.
 El cielo, el silencio en el aire. El mar y yo.
Mis ideas al sol. Tan libres y desnudas.


El abrazo que no termina y me transformó.


Un contrato personal que me otorgó nueva perspectiva.


Nuevos duendes que engrosaron la lista de libros que me quedan para siempre.


 Las conversaciones. Inolvidables e iluminantes.
Benditos encuentros.


 Los jueves por la tarde. Letras, literatura
y el genial grupo de cómplices en esta afición exquisita.Una canción que regresó para quedarse.El hallazgo de un poema que arrebata el aire.

 

Tesoros todos, imposible dejarlos. Traje por eso a este nuevo año las emociones que produjeron. Para empezar con buena luz. Con arrojo y consuelo.