Leí “El Tigre” de Flavio Herrera hace mucho. La descripción de las fincas de la boca costa que dejó en la novela jamás la olvidé, tampoco la poesía que usó para explicarlas. Todo era fuego y ardor. Violencia, seducción. Entiendo por qué a este autor el trópico se le metió en el alma, algo parecido sentí yo. Hay una fuerza en el ambiente, los colores son tan explosivos como la fuerza que mueve al caudal de sus ríos.
TIGRE Y ZAPOTE
Publicado por nicteserra
Apasionada por la literatura, las historias, la poesía especialmente. La palabra, ese maravilloso instrumento, me explica el mundo. Mi locura es escribir y, por supuesto, también leer. Tengo la certeza de que la creatividad es necesaria en todos los universos, los versos y las historias, la vida... Ver todas las entradas de nicteserra